martes, 2 de junio de 2020

Cinthia

Con ella me paso algo curioso. Por esa época yo estudiaba en el Icpna de Angamos y tenía una  compañera de clases que era muy sexy al vestir. Se ponía unas faldas cortas que daba ganas de tirar el lápiz al suelo. Era un deleite verla  pero lastimosamente faltaba mucho a clases o llegaba tarde. Un buen día llame a una  página de scorts y la cite a un hotel. Grande fue mi sorpresa cuando la vi en la puerta de mi habitación. Ella se puso tensa pero tomo valor y paso al cuarto. Me sonrío un poco nerviosa pero trate de tranquilizarla y decirle que yo no era nadie para juzgarla. Luego me contó sus problemas y ya más relajada se desnudo y tiramos como Dios manda. Como me habrá gustado el encuentro que la volví a llamar varias veces. Tenía un departamento por Miraflores a la espalda de Ripley cerca al Downtown. Me contó que ese departamento se lo prestaba un amigo. El dueño debió ser unos de sus clientes porque estaba ubicado en un buen lugar y para la zona debe ser caro el alquiler. No le llegue a interrogar para no incomodarla. Luego ya con más confianza la lleve a mi departamento y se volvió mi amiga. Muy linda persona aunque por momentos le pescaba sus maldades. Las clases en el Icpna se volvieron más entretenidas sabiendo que luego uno podía darse un mañanero porque ella siempre estaba dispuesta. Nunca se negó cuando se lo pedía. Como las clases eran muy temprano nos íbamos a desayunar y luego a tirar. Esa era la rutina. Cuando sucede este tipo de amistad entre un putañero y su amiga cariñosa, no se debe involucrar sentimientos. A pesar que esto ya se ha hablado hasta la saciedad veo que siguen cometiendo el mismo error una y otra vez. Que le hacemos somos débiles. Como ya veía que el tema se estaba torciendo me desaparecí un tiempo y se enfrío las cosas. Mucho tiempo después la vi de nuevo pero ya no era lo mismo y deje de llamar. Donde este espero que le vaya bien. Termino siendo un buen recuerdo.










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